Por Sofía Santana
Empiezo el mes de marzo hablado de Agnès una cineasta con una gran trayectoria que durante su vida transformó el cine a nivel narrativo. Su participación dentro de este ámbito fue importante, es conocida y llamada la abuela de la Nouvelle Vague (nueva ola del cine francés), se destaca por abarcar temas transgresores, como la violencia de género, el aborto, la violencia ante los afroamericanos por parte de la policía, las luchas de la clase trabajadora, el amor romántico y la peculiaridad de la cotidianidad. Su cine era una voz hacia la justicia social.
Sus películas y trabajo siempre daban voz a las minorías, tocaba temas sociales y políticos, sin miedo, alentaba a las mujeres a salir de lo que se esperaba de ellas al ser mujer, salir de lo común y las palabras que dictaba la sociedad, su cine empieza en los años sesenta justo cuando nace la tercera ola del feminismo en Francia con representantes como Simone de Beauvoir.
En su carrera logró realizar más de 40 cortometrajes y películas tanto ficción como documental, su trabajo se caracteriza por la experimentación y ensayo literario como forma de expresión, con un estilo diría yo muy característico, su mirada bastante interesante, mostrando una genuina curiosidad y mente abierta hacia lo que puede o no ser, sin una cronología exacta. Sus documentales y películas te acercan a la manera que pensaba, bastante humana, sin pies ni cabeza pareciera, pero siempre con una emoción y narrativa que te acercaba a la situación conectando con los sujetos y con su visión.
Su ópera prima es Cleo de 5 a 7, en la que nos habla sobre el amor y muerte, con una paciente que sufre de cáncer y un soldado a punto de partir a la guerra, película considerada como una de las obras cumbre de la Nouvelle Vague; otro de sus temas y situaciones abarcadas son problemáticas de las disidencias y minorías sociales, como Black Panthers que se vuelven relevantes por documentar una de las manifestaciones de un grupo de afroamericanos para la defensa de sus derechos y la liberación de uno del grupo.
Por medio de la experimentación crea un cine único, que si aún no lo conoces te invito a que revises un poco de su trabajo; su filmografía se vuelve una de las más importantes ante el cine mundial, y por ser el mes de marzo es relevante hablar de su cine, siendo que una de las cineastas más importantes y autora clave en el cine feminista, claro que existen otras precursoras como Germaine Dula y Chantal Akerman, pero es Varda quien crea uno de los manifiestos feministas con un cortometraje llamado Nuestro cuerpo, nuestro sexo.
El cortometraje titulado “Nuestro cuerpo , nuestro sexo se vuelve relevante ante el feminismo, creado en 1975, trata de responder la pregunta ¿Qué es una mujer?, cada mujer responde con algo destino porque no hay algo específico que te haga más o menos mujer, es hasta hoy en día relevante, porque ideas machistas siguen vigentes; con 7 minutos de documental logra hacer reflexionar sobre el gran papel que es ser mujer, cada una con una idea distinta, con un sentimiento diferente; logra Varda hacer una crítica hacia la cosificación del cuerpo femenino y roles establecidos para la mujer.
El cine de Agnès prevalecerá ante los tiempos, su carrera nos dejó mucho por reflexionar, mucho por aprender, y me parece relevante que todos conozcamos por lo menos un poco de su trabajo, para salir de esa burbuja que a veces no creemos estar, para cuestionarnos, para aprender y ser mejores.
Ver otra clase de cine, ver otra clase de mundos.