Por Jimena Rodríguez
El cine tiene un amplio repertorio de películas de terror originales; sin embargo, es imposible ignorar que muchos de los éxitos del 2000 de este género, son una copia de otras películas que tuvieron éxito en el este de Asia y que seguramente desconocíamos que eran un remake americano.
Durante de la década de los 2000, se estrenaron una gran variedad de películas de terror en el este de Asia, especialmente en Japón, pero no fue hasta que que los productores se dieron cuenta del éxito que Gore Verbinski obtuvó al recaudar aproximadamente $250 millones de dólares con El Aro, un remake de la película japonesa Ringu, dirigida por Hideo Nakata. A partir de ese momento, las productoras americanas empiezan a buscar el próximo gran éxito y a analizar las microtendencias del cine asiático.
Y ya que estamos a pocos días de Halloween, el día de hoy compartimos con ustedes algunas películas de terror asiáticas que han tenido algún tipo de remake americano:
Ringu (1998) - El Aro (2002)
Se podría decir que el de los pocos remakes que ha logrado superar a su predecesor, debido a la imaginativa reelaboración de Gore Verbinski, al adaptar la trama de Ringu a una más sencilla de comprender, y ojo… no estamos diciendo que Ringu sea mala, sino que a pesar de que ambas películas se centran en un VHS maldito que acorta la vida de las personas a una semana, hay aspectos de la versión japonesa que la vuelve más desenfrenada y amorfa, y que Verbinski supo adaptar para el interés del público americano, convirtiendo su adaptación en un gran éxito.
Ambas películas basadas en la novela de Koji Suzuki, tienen un enfoque diferente con respecto al terror. Por un lado tenemos a Verbinski, quien logra aterrorizar un un mayor impacto al romper la tensión de una manera repentina, mientras que Nakata busca perturbar a través de la petrificación de los rostros de las víctimas, así como la distorsión de las imágenes más perturbadoras de la cinta maldita.
Se generó un particular interés por el cine de terror asiático, debido a que en Asia se le daba más peso a la atmósfera y ritmo de la película, a diferencia de los slashers que solemos ver en el cine de terror estadounidense.
Ju-On: La Maldición (2002) - La Maldición (2004)
La Maldición es un raro caso en el que el remake fue dirigido por el director original y que aun así terminó siendo un pésimo remake…
Después del gran éxito que Takashi Shimizu tuvo con su franquicia de las películas de Ju-On en Japón, productores estadounidenses lo invitaron a Estados Unidos para que dirigiera su propio remake americano, así como una secuela. El remake mantuvo la misma estructura de la trama original; sin embargo, la actuación de Sarah Gellar hace que parezca que está más asustada por si misma que por Toshio, además de que Takashi no logra mantener las múltiples narrativas de la historia original y los cambios narrativos que se tomaron para el interés americano, solo debilitan la trama de la película.
A pesar de que el remake dirigido por el mismo Takashi no tuvo la misma fuerza que su versión original japonesa, el remake tuvo una buena remuneración y consigo dos secuelas más.
Honogurai Mizu no Soko Kara (2002) - Dark Water (2005)
También basada en una novela de Koji Suzuki, Honogurai Mizu no Soko Kara dirigida por el mismo director de Ringu, Hideo Nakata, nos cuenta de una manera sumamente delicada la historia de los fantasmas psicológicos de una madre recién divorciada. A diferencia de la película original, el remake de Walter Salles, no cuenta con la misma sutileza para contar esta historia, convirtiéndola en una historia de abuso hacia la madre.
Algo que se le puede aplaudir al remake americano, es el gran casting para los actores secundarios, los cuales le dan su propio toque al remake entre tantos sustos, así como la música de Angelo Badalamenti, la cual combina adecuadamente con el CGI exagerado que podemos apreciar durante el remake.
Kairo (2001) - Pulse (2006)
La idea de la tecnología como conducto para la energía paranormal, es una idea clave para la película de culto de Kiyoshi Kurosawa, quien aporta una gran profundidad a la idea del internet que se tenía en aquel entonces, generando así un concepto de fantasmas que afligen a los internautas pero no para aterrarlos, sino para reflexionar acerca de cómo uno se pierde en el internet y pierde todas sus ganas de vivir en el mundo real.
Lamentablemente su remake americano dirigido por Jin Sonzero, no logra reflejar todos los efectos psicológicos de la tecnología que podemos ver reflejados en Kairo, y a pesar de que Wes Craven estuvo involucrado en la adaptación del guión, no logran reflejar la analogía que Kurosawa buscaba dar a entender.
Chakushin Ari (2003) - One Missed Call (2008)
Hay un buen motivo por el cual One Missed Call se volvió una de las últimas películas de terror en su momento en ser adaptadas desde Japón, y eso se debe a la gran decepción que fue el remake. Después de un tiempo las microtendencias se empiezan a hacer muy notorias dentro del mercado, y la saturación de las mismas tácticas de miedo, no le hicieron ningún favor al remake de Eric Valette, el cual se sintió como una versión diluída de un tema que ya había saciado a la audiencia.
Ninguna de las dos versiones logró lo que buscaba, debido a que su versión japonesa buscaba replicar el éxito de Ringu, pero desde una perspectiva más actual. En cambio, Eric Valette comentó no haber visto la película original y a pesar de basarse en el guión original, el resultado resultó ser regular.
Después de casi una década de remakes, One Missed Call fue la gota que derramó el vaso y que hizo que Hollywood se diera cuenta de que abusar y copiar una microtendencia, eventualmente los va a dirigir al aburrimiento del público. Y aunque estas películas fueron unos primeros buenos pasos para el cine de horror actual, no hay como generar una esencia propia dentro de este género de películas que cuenta con una amplia libertad creativa para contar miles de historias y trascender narrativamente en la historia del cine.