Por Jimena Rodríguez
¿Pagarían miles de dólares por ser dueños del archivo original de un meme que les guste mucho, al que todo mundo tiene acceso y que además contamina?
Los “Non-fungible Tokens” mejor conocidos en el internet como NFT’s, son activos digitales de ciertos objetos de la vida real como lo son la música, el arte, videos… básicamente la mayor parte de los medios que consumimos en el internet día a día. Hoy en día estos archivos son vendidos en línea, generalmente por medio de cripto monedas.
A pesar de que el hype de los NFT es muy reciente, estos activos digitales han estado presentes en el mundo digital desde el 2014; sin embargo, los NFT se han vuelto un medio bastante popular para vender arte digital y se estima que se han vendido alrededor de 174 millones de dólares en NFTs desde noviembre del 2017.
Los NFTs son únicos en su tipo, ya que cada activo digital cuenta con un código único de identificación, pero al ser un medio digital capaz de replicarse infinitamente, el cortar su distribución y generación de códigos, puede elevar el valor de dicho activo asumiendo que sea un activo con cierto nivel de demanda en el internet.
El artista Mike Winklemann, mejor conocido por su nombre artístico “Beeple”, generó un collage de 5,000 dibujos y creo lo que es conocido hoy en día como el NFT más famoso del momento. La obra “EVERYDAY 'S: The First 5000 Days” fue vendida por la cantidad de 69.3 millones de dólares, volviéndose en la tercera venta de arte más cara del mundo y la más cara en la historia de los NFTs.
Cualquiera puede ver las imágenes que conforman la pieza de Beeple de manera gratuita o incluso pueden tomar un screenshot de toda la pieza, así que ¿quién estaría dispuesto a pagar tal cantidad por una pieza de arte que fácilmente se puede encontrar en internet y descargar? Bueno la respuesta es que se vuelven dueños legítimos de la obra y el ser dueño de algo así vale más que la obra en sí.
En pocas palabras los NFTs funcionan como pieza de colección, solo que en vez de recibir una escultura de mármol o una pintura de óleo, recibes un archivo digital, pero no solo eso, sino que recibes los derechos exclusivos de la pieza, ya que cada NFT solo puede tener un dueño a la vez. Además de que sus códigos únicos facilitan la verificación de los derechos.
Los NFTs le han dado una oportunidad única a los artistas de vender su arte, ya que no se tienen que apoyar de galerías para vender su arte, sino que ahora se lo pueden vender directo al consumidor a manera de un NFT, lo cual les permite tener más ganancias sino que también pueden programas su NFT para obtener ganancias cada que su arte cambie de dueño.
Por más atractivo y utópico que suenen los NFTs, estos activos también tienen su lado oscuro, al ser básicamente una cripto moneda, se han hecho estimaciones de el poder que se utilizan para ser generados y por consecuencia la cantidad de contaminación que generan.
“Space Cat” es un GIF de un gato viajando al espacio en un cohete; sin embargo, la huella de carbono de su NFT es equivalente a dos meses de uso de electricidad de un estadounidense, según cryptoart.wtf, el cual es un sitio web que se dedicaba a publicar el estimado de emisiones de gas que generan los NFTs, hasta que su creador Memo Akten dio de baja el sitio. De los 18,000 NFTs que fueron registrados en ese sitio se calcula que su huella de carbono es más bajo que “Space Cat” siguen superando el recibo mensual de luz de un estadounidense.
Pero ¿Por qué solo los NFTs están fuertemente vinculados con la emisión de gases en el planeta? Bueno lo que pasa es que la mayoría de los NFTs son vendidos y comprados a través de mercados digitales como Nifty Gateway y SuperRare, los cuales hacen uso de la criptomoneda Ethereum, una de las criptomonedas más reconocidas y usadas del mundo, la cual está construida en un sistema llamado “Proof of Work” que equivale a pagar una cuota cada que se hace una transacción a manera de gas.
“Proof of Work” es un sistema de seguridad para las criptomonedas como Ethereum y Bitcoin, en las cuales no existen terceros como un banco que revise las transacciones, así que, para mantener los registros financieros seguros, el sistema obliga a la gente a resolver puzzles complejos usando máquinas complejas que usan mucha energía. El resolver el puzle le permite a los “mineros” añadir un nuevo “bloque” de transacciones verificadas a un “libro mayor*” descentralizado llamado blockchain. El minero luego obtiene tarifas de transacción como recompensa.
Este proceso es sumamente ineficiente de manera energética a propósito, ya que la idea al usar cantidades excesivas de electricidad, se pague mucho por ella, lo cual lo hace menos rentable y así de evita que se ensucie el libro mayor. Como resultado de este sistema, tenemos a Ethereum, quien utiliza aproximadamente tanta electricidad como todo el país de Libia.
Cuando alguien hace, compra o vende un NFT por medio de Ethereum, son responsables de las emisiones generadas por los mineros. Lo que hasta el momento todavía es una controversia, es si los NFTs están incrementando las emisiones de gases de una manera significativa o si sólo están tomando la responsabilidad de las emisiones por parte de Ethereum ya que los mineros igualmente están contaminando y los NFTs solo son una pequeña parte de las transacciones de Ethereum.
Existen estrategias para que este proceso no sea tan contaminante, una de las alternativas más populares siendo el “Proof of Stake”, en el cual, en vez de pagar por grandes cantidades de energía, los usuarios tienen que dar una cantidad de tokens como un seguro para corroborar que tienen los ingresos necesarios para mantener el libro mayor, y si son atrapados haciendo algo no regulado, son penalizados con los tokens que ingresaron como seguro. Con este sistema se elimina el uso de las complejas máquinas para la generación de puzles y así se disminuyen las emisiones de manera considerable.
El pasado 9 de diciembre Ethereum anunció que estarían pasando su sistema de “Proof of Work” por “Proof of Stake” después de años de prometerle a sus usuarios que iban a buscar una alternativa más sustentable. Esto es una buena noticia para los NFTs debido a que su adquisición va a ser más sustentable y amigable con el medio ambiente. Y aunque el futuro tanto de los NFTs como de las cripto monedas sigue siendo incierto, es un gran logro que una de las cripto monedas más populares esté cambiando a un sistema más sustentable.