18 Nov
18Nov

Por Jimena Rodríguez

Tenemos el poder de acceder desde cualquier parte del mundo a un sinfín de sitios web en cuestión de segundos siempre y cuando tengamos internet. Como usuarios nos hemos acostumbrado a tener todo de manera instantánea y sin limitantes, pero, ¿qué pasa cuando nos topamos con una? Seguramente te has encontrado con el problema de no poder acceder a cierto sitio o video debido a tu ubicación, a esto se le conoce como geoblocking.

La industria del entretenimiento es una gran ironía de estas limitantes, busca maneras de distribuir su contenido con copyright a plataformas de streaming para que los usuarios podamos consumir dicho contenido en cualquier momento de manera legal, y al mismo tiempo limitan el acceso al mismo.

Estas limitantes que pone la industria se han vuelto un obstáculo anticuado, pues lo único que generan es que, como usuarios, buscamos otras maneras de consumir dicho contenido, las cuales muchas veces terminan siendo por un medio ilegal, pero ¿Por qué existen estas limitaciones en primer lugar?

El geoblocking existe debido a las leyes de distribución y copyright, las cuales fueron establecidas antes de la era del streaming y que le dan gran poder al dueño del copyright de decidir dónde y cuándo se distribuye el contenido.

Cuando el dueño de contenido con copyright decide generar un contrato con un servicio de streaming, el contrato suele incluir algunas limitaciones geográficas, por ejemplo:

 El contrato que Sony tiene con Netflix, indica que todo su contenido debe distribuirse bajo el DRM (Digital Rights Management) es cual es un tipo de contrato usado para limitar el uso de contenidos o medios a personas no autorizadas, a manera de protección para prevenir la piratería. Si Netflix llega a permitir que todos sus usuarios tuvieran acceso al contenido de Sony, bajo las leyes de copyright, Netflix estaría infligiendo la ley y violando el contrato que tiene con Sony.

El geoblocking no solo es una cuestión de contenido, sino de las plataformas en las que es distribuido, ya que no todas están disponibles en todo el mundo. Un claro ejemplo de esto es Disney+, el cual tardó un poco más de un año en que la plataforma estuviera disponible para México

Muchos usuarios terminan optando por consumir el contenido de manera ilegal en sitios poco confiables, los cuales no le van a dar reproducciones ni dinero a los dueños del contenido, o adquieren un VPN (Virtual Private Network), el cual nos permite consumir contenido de manera legal por medio de una red privada que hace ver como si estuviéramos en una locación donde el Geo-Block no existe.

Plataformas como Netflix han dicho que el uso de VPN no es el verdadero problema, ya que, a pesar de seguir siendo un medio ilegal para la ley de copyright, los usuarios que utilizamos VPN ya están pagando por el contenido deseado al cual no podemos acceder debido a una barrera virtual.

Netflix también ha dicho que no hay razones para motivar a los usuarios a buscar otros medios si el contenido se puede distribuir de la misma manera a nivel global; sin embargo, si esto ocurriera, bajo los contratos de copyright, el contenido sería visto como un producto de importación y al no tener los permisos se vuelve algo ilegal.

Una solución al Geoblocking parece lejana, las leyes rara vez cambian si las políticas públicas no cambian antes, pero cuando los consumidores empiecen a exigir y las compañías busquen un cambio, se puede generar presión para que las leyes se actualicen.

La intención de muchas compañías de cambiar sus políticas para prevenir el Geoblocking puede lograr que las leyes se pongan al corriente con nuestras necesidades y hábitos de consumo.

Como usuarios usamos el internet para poder acceder a la información de todo el mundo, no solo para aquello que se encuentra en nuestra región, así que esta misma idea debería estar a la par con el contenido es permitido para el streaming, pero una vez más, la tecnología va un paso adelante de las leyes.

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