19 Feb
19Feb

Por Marco Coutiño 

Iba a aventarme un rollo del por qué elegí este tema pero resultó demasiado vomitivo, la respuesta es simple: Estaba enojado, quería quemar algunos coches pero luego me di cuenta que no sería bueno para el medio ambiente. Así que me pregunte, el arte tiene enojo ¿no? y pues aquí estamos. Los siguientes párrafos seran mi galería que celebra la ira de la existencia humana, en una especie de catarsis sana y necesaria.

La expulsión de los cambistas del Templo - Giotto (1306)

Jesús es un tipo buena onda, sólo quería el amor en la tierra y pues terminó crucificado. Varias pinturas lo pintan como este ser celestial que es perfecto en todos los sentidos, pero las personas olvidan que Jesús era mitad humano, así que cuando se cometía una acción que consideraba insultante, se descontrolaron las cosas.

Para los que no saben, simplificando la cosas, Jesús vio vendedores en su templo, lo encontró como una falta de respeto así que empezó a tirar cada puesto presente. Giotto pone como punto focal al puño en alto de Jesús, que es el imán que afecta a todos sus alrededores; niños ocultándose, gente asustada, personas molestas y otros juzgando sus acciones.

La expulsión de los cambiadores del dinero del templo nos recuerda que hasta el hijo de Dios, tiene sus momentos de ira, es lógico porque el Dios del viejo testamento no perdonaba a nadie. 

 El gran día de su ira - John Martin (1851)

La pintura pertenece al tríptico del día del juicio, siendo la última parte de la escena. Hay varias interpretaciones sobre el significado de la escena apocalíptica, algunos expertos creen que es una representación literal de los desastres naturales, otros creen que es una adaptación de un capítulo del nuevo testamento de la biblia cristiana y los demás teorizan que describe la caída de Babilonia.

La interpretación que me agrada más es que la pintura representa una respuesta ante la industrialización de la Inglaterra del siglo XIX, reflejando a la caída de Mesopotamia; se avanzó en la tecnología, crecieron las grandes ciudades y la naturaleza se quedó en el olvido. El resultado final es muerte y destrucción.

La ira de la naturaleza cobrando venganza ante las acciones humanas, es la más satisfactoria en mi opinión. 

 El pueblo y los falsos líderes - José Clemente Orozco (1935-1937)

En esta parte del mural se puede ver a la masa esquelética de hombres en protesta contra los falsos líderes que se mantiene inmutados por el clamor del pubelo.

La composición, el color rojo y el uso del fuego le da la fuerza que necesita para transmitir la ira que el pueblo ha liberado para luchar contra todas las injusticias que se le han impuesto.

Judit decapitando a Holofernes - Artemisa Gentileschi (1614-1620)

La pintora Artemisa por medio de esta pintura hace su venganza hacia su propia violación, que fue perpetuada por su maestro Agostino Tassi,  y la cruel humillación en la corte que tuvo que sufrir para que la condena fuera hecha.

En la historia de la pintura habla sobre como Judit, heroína bíblica, pudo concebir su plan de seducir a Holofernes y decapitarlo para salvar su pueblo.

Al estilo barroco, Judit está lleno de sangre,  en su tiempo fue repudiada por la violencia que se plasma en ella, pero afortunadamente en nuestro presente es una obra celebrada por el talento puesto en el óleo y la ira que emana ante una sociedad injusta, machista e hipócrita.

 El ángel caído - Alexandre Cabanel (1847)

Un día eres la mano derecha de Dios, el siguiente eres desterrado al inframundo cómo castigo ante querer rebelarse ante el reino autoritario sagrado. 

Dejando las políticas de ambos lados, en la pintura de Alexandre Cabanel, se retrata la caída del movimiento rebelde ante los ángeles de Dios y la ira en los ojos del ángel más hermoso ante su derrota.  En su epoca fue controversial  hacer que Lucifer fuera tan hermoso y hasta un personaje simpatético, simpatía para el diablo, ¿quien lo diría? 

Ese es el poder de la mano de Cabanel, de crear todo un infierno emocional en un par de ojos y proyectarse en la escena. 

Scream - Ahn, Chang Hong (1986)

El arte  de Ahn Chang Hong tiene la habilidad de transportarnos a su mundos de fábulas, donde la realidad está distorsionada y enfoca la atención a tragedia humana que no tiene reparo o fin. Este grito es un alarido que quiso ser sumergido dentro del abismo pero por cordura no se podía mantener silenciado por más tiempo. 

El trabajo de Ahn Chang Hong fue un arma denunciadora  ante el gobierno coreano y las violencias que ocurrían ante los grupos sociales más vulnerables llevados al olvido por el nombre del progreso. Se puede palpar  el dolor y agonía de las víctimas del poder consumidas por sus ambiciones inhumanas y crueles, sacadas de las fantasías más terroríficas de los monstruos creados por nosotros.   

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Transmitir el enojo es la forma  para adentrarnos a los que nos molesta y tomar acción para resolverlo. Reprimir cualquier sentimiento es receta para desastre, es responsabilidad de cualquier adulto encontrar una forma de canalizar su enojo para no tener un alto riesgo de víctimas. El arte en este caso puede ser la respuesta.

La ira no es buena, ni mala, es lo que haces con ella lo que tiene un impacto en tu vida. 

Si alguien cree que me falto poner un artista y/o una pintura, u otra pieza que refleja la ira.  por favor pongan sus elecciones en los comentarios.

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