16 Feb
16Feb

Por Alex Robledo

Aprovechando que Netflix recién estrenó Escena del crimen: Desaparición en el hotel Cecil, encontré pertinente investigar sobre la reputación del lugar y el porqué de los misterios que le aquejan. 

Un día de febrero del 2013, algunos inquilinos se quejaron del olor, color y la presión baja del agua. Esta inusual combinación le hizo creer a la administración que ocurría una obstrucción con las tuberías y los depósitos; cuando fueron a checar los tanques en la azotea, no contarían con que el cuerpo de la turista Elisa Lam —cuya desaparición se había reportado el mes anterior— sería encontrado allí. A pesar de que los forenses dictaminaron la muerte como accidental, provocada por un trastorno bipolar, aún quedan dudas sobre lo que ocurrió realmente. Para el Cecil, Lam fue su diecisieteava víctima. 

El hotel, ubicado en la 640 S. Main Street del centro de Los Ángeles, fue construido en 1924 por William Hanner como un destino turístico y de negocios. Con su estilo Beaux Arts, gozó de buena vida por poco tiempo. En 1927, ocurrió el primer suicidio: Percy Cook se quitaría la vida tras distanciarse de su familia. Al inicio de los 1930, gracias a la Gran Depresión, el lugar sería punto de encuentro para los inversionistas desesperados.

Entre las décadas de los 1940 y los 1950, el Cecil decayó debido a que Skid Row, el vecindario circundante, se empezó a poblar de indigentes y ello lo catalogaría como un hotel de residencias transeúntes. Durante ese tiempo, se arrestaron a diversos criminales, traficantes, asesinos, todos registrados en el hotel. Incluso, se dice que su bar fue el último lugar donde se le vio con vida a Elizabeth Short “la Dalia Negra” en 1947, caso sin resolver. 

En 1962, una mujer saltó desde el noveno piso cayendo en un peatón. Su marido estaba ausente en el momento. La policía no investigó más. Dos años después, sus habitaciones vieron el asesinato de una operadora telefónica. Nadie supo nada. Otro caso sin resolver.

En 1984 y 1991, los asesinos seriales Richard Ramírez y Jack Unterweger, respectivamente, estuvieron alojados en el Cecilsu — base de operaciones —mientras cometieron gran parte de sus crímenes.

El caso de Elisa Lam fue muy sonado debido al material obtenido y a las interrogantes que generó: la cámara de vigilancia del hotel reveló una grabación donde se ve a la joven en un ascensor, asustada, presionando los botones y comportándose de manera extraña; sale varias veces, verificando si la están siguiendo y al final, sale del elevador. Ahora, ¿estaba sola?, ¿de qué o quién se esconde?, ¿el video está editado?, ¿cómo terminó en el tanque?, ¿cómo subió a la azotea?, ¿por qué la recepción del hotel no la ayudó? ¿por qué nadie esta satisfechos con los hallazgos?, ¿qué tan profunda corre la madriguera?

En 2015, Ryan Murphy, creador de American Horror Story, tomó como inspiración el Cecil para su tétrica quinta temporada. La mitología de la serie establece que un asesino construyó el hotel Cortez para ocultar los cuerpos de sus víctimas; así, tanta sangre provocó la apertura de una boca infernal como conducto para los espíritus atrapados en la propiedad. ¿Posible explicación para lo que ocurre en la vida real?

Hoy, el hotel se llama Stay on Main. Desde 2017, es considerado patrimonio histórico y cultural de Los Ángeles por su importancia arquitectónica. Actualmente, se encuentra cerrado por renovación y se cree que estaría listo a finales de este año.

Qué sucede en las entrañas de este edificio? Tal vez actividad paranormal por su sórdida historia, tal vez espíritus malignos viven allí y conviven entre los mortales, tal vez solo son simples y desafortunadas coincidencias. Sea como sea, sería interesante esperar a su reapertura —cuando el virus lo permita—e indagar por cuenta propia.

¿Te atreverías a visitarlo?

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.