Por Jimena Barrantes
Si creciste en una familia mexicana promedio muy probablemente estés familiarizado con la imagen de Jesucristo, o por lo menos con la imagen que Hollywood y las pinturas europeas renacentistas han pintado de él. Por ahora ignoraremos a los europeos y su tendencia de pintar todo con filtro sepia para fijar la vista en una situación más actual: la errónea representación de Jesucristo como un hombre blanco en Hollywood.
Fresco del Renacimiento que representa a Jesús que lleva la cruz en la vía Dolorosa en el Collegiata de San Gimignano, Italia. Foto de Jorisvo
Seas o no un creyente del cristianismo y sus corrientes, la existencia de un tal profeta y líder religioso, Jesús de Nazaret -también conocido como Jehová, YHVH o Yahvé, dependiendo de a qué institución religiosa le preguntes-, predicando la palabra de dios en la antigua Roma es un hecho casi innegable en el mundo de los historiadores; Sin embargo, una de las discrepancias más controversiales entre las evidencias científicas y las representaciones judeo cristianas es el aspecto físico.
Todos vivimos alguna vez la desgracia, o dependiendo del caso, la dicha, de sintonizar Canal 5 durante épocas de Pascua solo para toparnos con la reconocida cinta de La Pasión de Cristo(2004), dirigida por Mel Gibson y protagonizada por Jim Cabiezel, donde retratan el juicio y crucifixión de Jesús según los textos evangélicos canónicos. Es una de las películas de temática cristiana más famosas y mejor recibidas dentro de su nicho, pero dejemos de lado la producción y veamos el elenco:
James Cabiezel como Jesús de Nazaret
Maia Morgenstern como la Virgen Maria
Francesco DeVito como Simón Pedro.
La lista de actores es larga, pero tomando en cuenta tan solo a los protagonistas podemos encontrar ciertas similitudes entre ellos: piel blanca, narices pequeñas, ojos de color, y otros elementos de la típica belleza eurocentrista. Si prestaste la mínima atención a la filmografía, o llegaste a ser arrastrado a clases de catecismo, recordarás que Jesús era un hombre judío de la edad antigua, por lo que no sería precisamente raza aria.
Para no hacer de esto una biblia, demos un pequeño recorrido por otros filmes que retratan la vida o muerte de Jesucristo que cuentan con protagonistas un poco demasiado blancos para interpretar a un hombre judio del siglo I:
“La última tentación de Cristo” (1988), protagonizada por Willem Dafoe, mejor conocido por su papel como el Duende Verde en la trilogía original de Spiderman.
“The Passover Plot” (1976), protagonizada por el actor estadounidense Zalman King.
“Jesús de Nazaret” (1977), una miniserie italiana protagonizada por el actor británico Robert Powell.
William Dafoe en “La Última Tentación de Cristo. Foto de Festival internacional de Cine de Morelia.
Éstas son sólo algunas de las películas más reconocidas sobre la vida de Jesucristo, y aunque sus tramas son diversas, los directores parecen tener en común una extraña fijación por los hombres blancos. Por mucho que nos gustaría gritar “¡Racismo!” ante esta evidencia, la realidad es que el cine solo retoma donde el arte se quedó.
Si has navegado por internet lo suficiente te habrás encontrado con este mito sobre la imagen actual de Jesucristo siendo basada en el amante homosexual de Miguel Angel, y aunque hay cierta veracidad en esta historia -Miguel Angel sí pudo haber tenido un amante y también retrató la imagen de Jesús- no solo no hay evidencia de que Tommaso Cavalieri, el pupilo y supuesto amante en cuestión, haya sido el modelo, sino que europa ya estaba plagado de Jesuses blancos antes de la supuesta pintura de Miguel Angel.
La realidad es que sí, Hollywood está plagado de estándares de belleza eurocéntricos, y sí tienen un gran historial de whitewashing en sus películas históricas; pero también es cierto que el público no siempre está abierto a ver personajes física o moralmente fuera de la norma, ya sea el mismísimo Jesucristo o cualquier otro protagonista de color.
Como espectadores solemos asociar la “fealdad” con la maldad gracias a las influencias del cine, especialmente de Disney y sus villanos antisemitas, por lo que un protagonista de piel oscura, nariz grande, barba frondosa y dientes prominentes no hace conexión inmediata con nuestras mentes adiestradas a las normas de belleza europeas y su relación a la moral.
Esto no es nuestra culpa ni nuestra cruz para cargar, sino que es el resultado de años de conquistas europeas y su intento de distanciarse de las comunidades conquistadas a través de la apariencia física, específicamente el color de piel. Asociar la “fealdad” con la maldad es el hijo pródigo del racismo y la xenofobia, y nosotros somos las víctimas de la propaganda patriótica y el consumismo mediático a temprana edad.
La recreación elaborada por Cícero Moraes muestra que los judíos que vivían en Medio Oriente en el siglo I tenían la piel, el cabello y los ojos oscuros.
Si bien está en manos de Hollywood comenzar a dejar de lado los estereotipos del siglo XV, está en nosotros como consumidores comenzar a exigir a las grandes productoras contar con elencos no solo más inclusivos, sino más apegados a lo que pretenden representar. Tener protagonistas blancos y de ojos azules no es pecado, pero intentar hacerlos pasar por un hombre judio y moreno sí debería de negarte la entrada al paraíso.
Fuentes:
BBVAOpenMind, “¿Existió realmente Jesús de Nazaret? Las pruebas dicen que sí”, 2018. https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/apuntes-cientificos/existio-realmente-jesus-de-nazaret-las-pruebas-dicen-que-si/
Richard Gray, BBC, “Cómo las películas de Disney influyen en nuestra manera de entender el mundo (para bien y para mal)”, 2019. https://www.bbc.com/mundo/vert-cul-49457085
Silva Valerio, Skepticom, “Hoax: Cavalieri y el rostro de Jesús”, 2015. https://skepticom.wordpress.com/2015/06/03/hoax-el-rostro-de-jesus/
Edison Veiga, BBC, “Semana Santa: qué dicen los historiadores sobre el aspecto real de Jesús”, 2018. https://www.bbc.com/mundo/noticias-43591217