Por Marco Coutiño
En los ojos de Mike Mill las relaciones que se hacen día a día es lo más preciado que podemos tener en este mundo, forman las personas que somos y lo que queremos ser en un futuro. Para él un perfecto clímax no es una batalla interdimensional o una persecución de grandes velocidades que cuestionan la lógica y ciencia, si no un cambio emocional de nuestro personaje, una discusión o bien, el momento en que nos damos cuenta de la mortalidad de nuestra propia familia. Con Mike Mill, sus películas parecen una caja llena de fotografías de todo lo trivial que tomabas de niño, y ya de adulto te das cuenta de el tesoro que creaste sin haberlo pensado .
Con su nueva película C’mon C’mon, protagonizada por Joaquin Phoenix, y el newcomer Woody Norman, Mills nos adentra en una de las ansiedades más actuales y antiguas del ser humano...criar a un niño, cuando uno no ha terminado ese mismo proceso.
En la película Johnny, Joaquin Phoenix es un documentalista solitario con distanciamiento de su única familia que es su hermana Viv, interpretada por Gaby Hoffmann, tiene problemas con su esposo que sufre un trastorno de demencia. Por cuestiones de la vida, ambos re-conectan y el hijo de Viv, Jesse, queda al cuidado de Johnny por unas semanas.
La película es una mezcla entre dramedy y roadtrip y un poco de “terror”, pero eso es mi punto de vista, al ver lo difícil, exhaustivo y artante que es de criar a un hijo de una forma en la que no lo traumes de por vida.
¿Quién diría que ser un buen padre/madre toma trabajo y dedicación?
Ser un padre/madre responsable es uno de los peores trabajos del mundo, no te pagan, te culpan de todo, y parece ser que todos los esfuerzos que hagas no son los suficientes. Pero C’mon, C’mon, te dice que si son suficientes, que está bien tener días donde fantasees en matar a tu hijo que no deja de brincar en la madrugada; en esto de la paternidad/maternidad se vale cometer errores, lo que no se vale es nunca admitir de los errores de uno mismo y no comunicar eso a sus hijos. Te ponen todos los tonos grises en lo que es criar a un hijo, nada de sentimentalismos, y nada de sensacionalismos, se lo que dije de terror, pero soy una persona dramática, Mills es honesto con el tema que aborda, y eso es lo mejor que uno puede hacer en el cine.
El estilo de Mills, para los que no están familiarizados, es de tratar de decir más con menos, hay flashbacks que no se sienten cómo flashbacks, si no cómo diapositivas de antaño que un amigo de la familia trajo para pasar la tarde. Con breves explicaciones de objetos o de la vida de una persona, te describen perfectamente cómo son, sin el diálogo forzado que arruina el ambiente de la película. En C’mon, C’mon este estilo es intercalado con entrevistas de niños, que decho si fueron reales, describiendo sus problemas y ansiedades que tienen del futuro, que resultaron sorpresivamente interesantes y emocionales para su servidor.
Begginers, 2011
La película se siente cómo un documental por la naturalidad de los diálogos y actuaciones de sus protagonistas, lo que me fascino, pero entiendo a las personas que les puede costar trabajo meterse en la narrativa. C’mon C’mon, no tiene prisa de llegar a su destino, por lo que se toma su dulce tiempo para desarrollar a todos sus personajes, la temática del tiempo y la familia, y de mostrar la belleza en blanco y negro del lado este y oeste de los Estados Unidos.
Para mí nunca fue un trabajo darle paciencia a Mike Mills, en sus tres películas siempre me ha enganchado desde el principio la trama aparentemente sencilla de la historia, pero con consecuencias complejas para los personajes involucrados. En especial porque los temas que aborda, de una manera u otra, cualquier persona puede relacionarse con ella, y es la dinámica que uno tiene con sus padres; cómo ellos nos forman, los errores y las cosas positivas que nos han inculcado, pero lo más sorpresivo que logra hacer es ver a nuestro padre y/o madre cómo personas de carne y hueso, y no cómo esas figuras míticas que sólo viven para nosotros. Entender que tus padres son personas es un paso que se omite por muchos transeúntes provocando más problemas.
20th Century Women
Cómo una madre nunca podrá ver en el mundo cómo las demás personas ven a su hijo, un hijo no podrá entender todo lo que su madre siente. Y eso es la vida; tan bello, cómo triste, tan nostálgico, como trágico. Lo único que podemos hacer cómo personas en este mundo es ser más gentil el uno con el otro.
Mike Mills sabe cómo hacerme llorar sin momentos melodramáticos y eso es algo difícil de hacer, a menos que seas Winnie Pooh por un extraño motivo. El día 4 se estrena C’mon, C’mon y sería una pena que lo perdieras a pesar de que el Doctor Extraño está a punto de acaparar todas las pantallas por un mes completo. Dale una oportunidad a la película y te aseguro que despertará en ti algo que no creías que tenías.