Por Jimena Rodríguez
Diseñadora de modas y soñadora de tiempo completo, Julia Tovar nos platica un poco sobre su postura en la industria de la moda, su trayecto como emprendedora de la marca R-Wear y el enfoque sustentable que respalda a su marca.
El “yo” como factor de cambio
Toda mi vida he estado pensando en lo contaminantes que somos los seres humanos, y en la manera en la que el capitalismo se ha convertido en un sistema que poco a poco se está volviendo obsoleto, debido a que no es un sistema que busque promover la vida, sino al contrario, se ha vuelto un sistema sumamente opresor y destructivo.
Cuando me metí a estudiar moda, yo ya conocía sobre el impacto ambiental que tiene la industria de la moda en nuestro planeta al tener procesos sumamente contaminantes, es por eso que personalmente sentía que podía hacer algo por el planeta desde el ámbito de la industria de la moda. Además sentía que se le daba muy poca importancia a las cuestiones de sustentabilidad dentro de la industria, y sentía que yo podía ser ese factor de cambio para empezar a movilizar los procesos y que estos se vuelvan en algo más sustentable.
Siento que mis principios de odio hacia el capitalismo fueron lo que más me motivaron a empezar con una marca de moda que tuviera como principio el no contaminar, y que además se abstuviera de seguir los principios destructivos fundados en el capitalismo.
Mi plan era estar dos o tres años trabajando en las industrias de moda tapatías, para conocer más a profundidad cómo es que funcionan estas industrias y sus procesos, y ya de ahí en base a mi experiencia, emprender una marca la cual contará con principios de sustentabilidad desde la base, lo cual he visto que es uno de los principales problemas en la moda actual.
Inspiración en la arquitectura para hablar de sustentabilidad
La sustentabilidad no es un área fuerte dentro de la industria de la moda, y siento que lo que más me influyó para comenzar con una marca de moda sustentable, fue la arquitectura. Antes de estudiar moda, me encontraba estudiando la carrera de arquitectura en Guanajuato, y en esta área de la industria, la sustentabilidad ya era un asunto bastante hablado, al menos en aspectos como la bioconstrucción, construcción con bambú, con adobe y el uso de fibras naturales para generar techos.
Gracias a la arquitectura, trataba de visualizar en la industria de la moda, todas estas técnicas constructivas ancestrales, usando fibras de bambú, lino, cáñamo y algodón libre de pesticidas y químicos, debido a que todos estos químicos que podemos encontrar en materiales como el algodón, lo único que generan es una mayor erosión del suelo, así como daños a largo plazo en la tierra, ya que existe el riesgo de que la tierra que se trabaja se vuelva infértil.
Hay que saber tratar los materiales que utilizamos, por ejemplo el lino, que aunque es una fibra natural, si no es tratada con el debido uso, contamina más de lo que ayuda, ya que no solo basta con que sea un material biodegradable, sino tratar que en su cosecha, la tierra que se trabaja reciba el menor daño posible y que el material sea verdaderamente sustentable.
Lo más difícil de emprender definitivamente ha sido la falta de recursos, en mi caso no cuento con ayuda económica de mi familia, ni con recursos económicos personales, lo cual considero que es una limitante muy grande, al menos para el sector emprendimiento, ya que puedes tener muchas ideas, pero si no tienes capital, solo se quedan en eso, en una idea y hasta ahí llegas, o puede que llegue alguien más y te roben la idea, que también es otra cosa a tomar en cuenta.
La economía circular es la base para una moda 100% sustentable
Personalmente, la moda sustentable es todo un proceso, debido a que considero que una moda realmente sustentable se basa en la economía circular, la cual se enfoque en que haya cero residuos en la industria, además de que tiene que ver con las relaciones humanas y con la gente que trabaja en la industria contigo.
El que una empresa sea dueña de todos los recursos y sus empleados reciban un 1% de ganancias que tiene la empresa, no es sustentabilidad, ya que esta tiene que abarcar todo, es decir que las personas que están dentro del círculo de producción tienen que estar bien remuneradas, bien tratadas, contar con condiciones de trabajo dignas y que los materiales se aprovechen en su totalidad desde la creación de la materia.
Con R-Wear, la idea base es un proceso, empezando por el uso de materiales reciclados, luego materiales biodegradables y finalmente hacer uso de materia virgen que se pueda degradar y reutilizar sin problema alguno. Con este proceso la idea es acabar primero con el material ya existente que sería por ejemplo todo el PET ya producido y usarlo como fibra o combinarlo con otras fibras como el algodón (virgen o reciclado), pero aprovechar primero todo ese recurso que ya tenemos y luego empezar a generar fibras 100% biodegradables.
“Que todo se aproveche, que sea circular, que desde la materia prima, hasta la producción y entrega del producto, y que el ciclo de vida de dicho producto haya concluido, se pueda reciclar de nuevo”.
El fast fashion y los estereotipos de la sociedad
El fast fashion es un tema muy complicado, debido a que hay mucha información sobre el tema, además de que la mayoría de las personas, no están tan informadas al respecto, y lo que buscan es adquirir prendas que vayan con su estilo y los haga sentirse bien; sin embargo, el fast fashion también va ligado con los estereotipos que están en nuestra sociedad, y que nos imponen los medios masivos de comunicación, el capitalismo e incluso el machismo. Estas ideologías han prevalecido en nuestra sociedad durante años, y son las que hacen que el fast fashion sea tan accesible y fácil de adquirir.
Junto con el fast fashion, hay una serie de etiquetas que se nos asignan y en las que nos tenemos que acomodar, como el “verte bien”, “usar ropa distinta todos los días para demostrar poder adquisitivo”, y si no sigues dichas etiquetas, no eres lo suficientemente atractivx o no te arreglas lo suficiente.
Aquí en México, prevalece mucho lo que es “entrar en el molde” de lo que es ser bonitx, lo que implica ser mujer/hombre, y siento que eso es el principal problema, porque se deja de lado al factor ambiental para priorizar el factor estético, y es ahí donde se deteriora todo, ya que lo único que se genera al pensar así es más contaminación.
No tenemos normalizado el leer las etiquetas que se encuentran en nuestras prendas, como sociedad no nos interesa saber de qué y dónde están hechas nuestras prendas, y no nos permitimos ver todo lo que hay detrás de una sola prenda, que en realidad se nos podemos a indagar, nos vamos a topar con lo que hoy en día se le conoce como esclavismo moderno, y lo peor de todo, es que las manos que son las más explotadas en esta industria son las manos de mujeres a las cuales no se les paga dignamente por su trabajo.
El slow fashion y la situación económica en México
El problema con el slow fashion recae directamente con el aspecto económico de nuestro aquí en México, ya que una persona con poco poder adquisitivo, no se va a poner a investigar si la prenda que está adquiriendo contamina mucho, y es válido, ya que la realidad es que buscan prendas baratas y que sean funcionales para su día a día, debido a que sus prioridades son muy distintas a las suyas, mías o nuestras, y no se van a detener para decir “yo quiero esta prenda porque está hecha de lino biodegradable y no va a contaminar tanto” no, la realidad es que las prendas son producidas principalmente en China, Turquía y Bangladesh, o de algún otro país “tercermundista” catalogado así por el capitalismo, en los cuales se hace ropa sumamente barata, con una mano de obra a la que se les paga básicamente una nada, lo cual permite que esas prendas puedan ser traídas aquí a México por un costo muy bajo.
Obviamente, el slow fashion si va a estar presente y con una mayor fuerza en el mundo, debido a que es algo que está “de moda”, pero también porque si no cambiamos nuestros hábitos de consumo, el mundo va a terminar de colapsar, ya que como sociedad no sabemos aprovechar los recursos de una forma óptima.
Como sociedad, tenemos de acatar distintos problemas al mismo tiempo para lograr revertir el fast fashion, y hacer que el slow fashion se vuelva la nueva normalidad, mientras que el otro va perdiendo popularidad.
Con la entrada de marcas como SHEIN en México, el slow fashion se vuelve un reto aún más grande, ya que la ropa de estos sitios es sumamente barata y a la moda, lo cual lo vuelve un negocio muy atractivo; sin embargo, al ser ropa de temporada y de muy poca vida de uso, se convierten en toneladas de basura en cuestión de meses.
60% algodón y 40% PET
Con R-Wear, buscamos que nuestros procesos sean amigables con el ambiente, es por eso que utilizamos fibras recicladas de 60% algodón recuperado y 40% PET reciclado, es decir que todas las fibras son recicladas, las cuales provienen de los retazos virgenes de la industria textil de cuando se hacen las mesas de recorte y los tendidos de tela, toda esa retacería se vuelve a procesar, se desfibra y luego se vuelve a hilar por colores, además como al ya estar pintados, no se hace uso de tintas, ni agua en el proceso.
De estas fibras se generan hilos, los cuales se hilan para conseguir tela nuevamente, y ya después se hace la maquila y corte en Zapotlanejo, y ya es aquí cuando se entrega la prenda terminada y se distribuye a otros estados. La idea principal es que todo este proceso sea local, es decir que los clientes sean locales y que todos los procesos internos se hagan aquí mismo o lo más cercano posible para evitar así, el uso de otros recursos como la gasolina, ya que para que una moda sea realmente sustentable, tiene que ser local.
Si se tienen productos locales, manos de obra local y materia prima local, es posible tener precios más accesibles para el slow fashion, ya que todas las ganancias se quedan en un mismo lugar y el precio de los productos no se infla, volviéndolo así en algo accesible para todos, asegurando así que se le está pagando un precio justo a las personas, y que nosotros como clientes también estamos pagando un precio justo por las prendas.
En R-Wear casi no manejamos stock, todo es sobre pedido, por ejemplo; si es venta al mayoreo, le decimos a nuestros clientes que solamente se le va a producir la cantidad acordada, no se hacen más prendas, porque así yo no me quedo con stock, la prenda no se deteriora con el paso del tiempo, y nos aseguramos de no producir excesos, es por eso que nos manejamos bajo pedido y abaratamos costos.
Una producción a mayoreo puede tomar alrededor de un mes o mes y medio para tener la producción lista, mientras que en los casos que tenemos alguna colección activa con stock disponible para clientes minoristas, la entrega es inmediata, pero la principal funcionalidad de R-Wear es vender a mayoreo, ya que son piezas básicas en las que se puede intervenir.
Replantear, revestir y reorganizar la industria de la moda
Lo que más disfruto de R-Wear definitivamente es la idea que hay detrás, la realidad es que no disfruto mucho de los procesos, además de que ha sido bien difícil emprender en pandemia y sin recursos, pero la idea base de la marca, que para mi es replantearse la moda, el revestir a la industria y el reorganizar todo lo que se entiende por moda, eso es lo que más me gusta de mi marca.
El que una marca les haga pensar a las personas que pueden hacer mucho con una prenda básica o con la ropa que ya tienen, ya sea por medio de arreglos a la prenda, donativos o incluso trueques, es lo que más me llena, el punto es que se den cuenta de todo lo que pueden hacer por el planeta con pequeñas acciones y con el aprovechamiento máximo de un recurso como lo es la ropa, ya que al final del dí, una de nuestras necesidades básicas es el vestir y siento que se nos ha olvidado eso, porque ahora el vestir habla de muchas cosas, te habla de un estatus de poder y en general de cómo se ha vuelto algo más superficial que funcional
El futuro de R-Wear
Para el futuro de R-Wear, definitivamente quiero difundir aún más el mensaje que quiero dar; sin embargo, soy muy mala con las redes sociales, y considero que esto ha sido uno de los principales problemas con mi marca, ya que a mi me molestan mucho las redes porque siento que caen en lo mismo siempre, y que además son sumamente superficiales. Yo se que debería trabajar más por una imágen que le aporte más a la ideología que quiero que tenga R-Wear, pero como ya comente soy muy mala en redes sociales, así que no le doy mucho, pero entiendo la importancia de las redes y claro que me gustaría exportarlas de la mejor forma, pero quiero primero centrar la ideología que va a seguir R-Wear y empezar desde ahí para poder proyectar esa imágen en redes.
Me gustaría que R-Wear se vuelva un ejemplo para otras industrias de moda, y que en términos económicos, biológicos y sociales se genere una ideología que vaya más allá de lo superficial, y que involucre temas sociales, humanos y causas a favor del mundo, porque no puedes simplemente decir “ay soy una marca de moda” y ya, o sea hay una ideología detrás y considero que eso debe ser lo más importante, que se proyecte dicha ideología pero que además sea una ideología con un impacto positivo en el mundo y no tanto de poder, que lo único que busca es pisotear los recursos, ya que he podido ver cómo este tipo de ideologías han ido destruyendo al planeta poco a poco y me gustaría que mi marca fuera lo opuesto y que logre establecerse como un ejemplo para tratar bien a las personas que están dentro de la industria.
Personalmente yo ya no considero a R-Wear como una empresa, sino como una comunidad o cooperativa de personas que se unen por una causa de vestir a la gente pero de una manera ética.