25 May
25May

Por Jimena Rodríguez 

El pasado jueves 20 de mayo, la famosa banda surcoreana BTS, lanzó su segundo sencillo totalmente en inglés titulado Butter, despidiendo así a su famosa era de Dynamite. Ambos sencillos han sido un éxito hasta el momento en América; sin embargo, ¿estas canciones siguen siendo consideradas k-pop?

La respuesta más sencilla es sí, ya que en pocas palabras el k-pop es un género musical denominado como música popular coreana, el cual está ampliamente influenciado por diversos estilos como lo son el pop, hip-hop, EDM y rock. Este género se empezó a popularizar a finales de los 90’s, especialmente por el grupo Seo Taiji & Boys el cual integró distintos géneros musicales extranjeros a su música, convirtiéndolo en una práctica común entre los artistas, motivo por el cual es correcto clasificar canciones como Butter y Dynamite dentro del k-pop, a pesar de no tener ni una sola palabra en coreano.

Aunque el k-pop se caracteriza por una mezcla de sonidos occidentales con visión asiática, este también cuenta con una visión de modernización, volviéndose así en algo más allá de lo estrictamente comercial y de los flujos transnacionales, debido a que más que un género musical el k-pop y la ola coreana han logrado atraer a personas de diferentes orígenes étnicos, nacionales y religiosos.

El uso del inglés en el k-pop moderno se ha ido normalizando, gracias a que, en un principio existía la influencia de americanos coreanos y/o coreanos que estudiaron inglés, los cuales aprovecharon su conocimiento para integrar recursos culturales de manera progresiva en la música. En 1995 la cantidad de canciones exitosas que hicieron uso del inglés fue del 8%, porcentaje que ha ido subiendo de manera progresiva durante las últimas décadas.

El inglés no solo se ha quedado en las letras de canciones coreanas, sino que también podemos ver como la cantidad de grupos que utilizan nombres en inglés en lugar de coreano han ido en aumento, esto con la finalidad de facilitar su promoción a un público más amplio.

Debido al gran auge que el k-pop ha tenido en los últimos años en América, muchos compositores y productores extranjeros han sido contratados por grandes compañías para trabajar en las canciones de artistas coreanos; sin embargo, esto no ha asegurado la entrada del k-pop en el mercado americano ya que, para la industria americana, el género no es más que una versión destilada del pop occidental.

Un claro ejemplo de la influencia de los productores americanos en la industria del k-pop, es el gran hit que fue Dynamite, la cual fue escrita por David Stewart y Jessica Agombar. La manera en la que se trabajó Dynamite fue muy distinta a lo que BTS suele hacer, debido a que todos los integrantes son compositores, y a pesar de que si ayudaron a escribir la letra, la mayoría fue pensada por David y Jessica, quienes tienen una idea a lo que el pop americano tiene que sonar.

El fenómeno de “americanizar” el k-pop es algo que no ha sido del agrado de muchos fans, debido a que es una tendencia muy marcada por lo menos en los últimos 5 años de la industria, la cual ha impactado en varios aspectos del k-pop; sin embargo, no se puede negar que, gracias a la americanización de este género, el k-pop ha podido estar más presente de manera global, porque ¿cuándo se iba a pensar que veríamos a BLACKPINK presentándose en Coachella? ¿O a BTS nominado a uno de los premios más importantes de la música americana?

A pesar de que BTS y BLACKPINK son dos de las bandas surcoreanas más reconocidas a nivel mundial, no fueron los primeros actos coreanos en llegar a América. En 2009 el grupo Wonder Girls logró entrar en el Billboard Hot 100, e incluso participaron en parte de la gira de los Jonas Brothers World Tour 2009. También muchas agencias como S.M. Entertainment, lanzaron el SMTown World Tour, el cual era un tour internacional con sus artistas más reconocidos y gracias a su éxito muchas otras agencias y grupos comenzaron a replicar dicha estrategia.

Lamentablemente, aunque la popularidad de los grupos de k-pop en América es masivo, los medios de comunicación siguen bloqueando demasiado la distribución de esta música a un público más general, limitando sus reproducciones en la radio, y aunque se les ha cuestionado múltiples veces a los programas de radio el motivo de esto, la respuesta es que las canciones simplemente no están en inglés.

Estados Unidos es un país sumamente xenófobo, por lo cual no sorprende que otras canciones, en este caso de BTS como Mic Drop, DNA e incluso Blood Sweat and Tears, nunca llegaron al mercado comercial americano, a pesar de volverse canciones virales en el internet y conseguir una cantidad masiva de ventas.

Por varios años BTS intentó romper la barrera de la discriminación en el extranjero, e incluso la banda fue sumamente vocal al expresar que su sueño era volverse el número #1 en los charts sin perder su esencia coreana. Namjoon, el líder del grupo también expresó “si cambiamos de repente a una canción totalmente en inglés, entonces eso ya no es BTS”.

Para BTS, la canción ON de su álbum Map of the Soul: 7, era su última tirada para entrar al mercado americano con una canción en coreano. La estrategia de este comeback estuvo sumamente planeada para el mercado internacional, se produjeron dos videos musicales totalmente diferentes, se lanzó una versión de ON en colaboración con SIA, e incluso cerraron una de las estaciones de metro más importantes de Nueva York para grabar una presentación musical, pero nada de eso fue suficiente. 

Poco tiempo después de ON, la compañía Big Hit Entertainment, y BTS decidieron cambiar de estrategia, haciendo lo que con anterioridad habían expresado que no querían hacer y lanzaron Dynamite, un sencillo totalmente en inglés y con un sonido sumamente americano.

Dynamite logró lo que pocos grupos de k-pop han podido hacer, debido a que en poco tiempo se volvió una de las canciones más escuchadas del verano en América, con una presencia en la radio que iba más allá de los segmentos de k-pop que algunos programas suelen dar, consiguiendo más de 1500 reproducciones durante su primer día en la radio. Fue tanto el impacto de Dynamite que incluso BTS consiguió una nominación a los Grammys con esta canción, así como una gran cantidad de premios en Corea del Sur.

Gracias a Dynamite, BTS, se convirtió en el tercer grupo en lanzar un sencillo que debutara en el primer puesto en distintos charts junto con Aerosmith (I Don’t Wanna Miss a Thing - 1998) y los Jonas Brothers (Sucker - 2019), lo cual llama mucho la atención debido a que ambos grupos son muy americanos, pero en cierto aspecto Dynamite también es una canción bastante americana.

Y no lo tomen a mal, es impresionante que grupos de k-pop como BTS están consiguiendo este tipo de logros; sin embargo, el hecho de que sea debido a una canción en inglés, es un poco decepcionante ya que, aunque Dynamite logró que mucha gente fuera del ARMY empezará a apreciar más a BTS, la canción en sí líricamente es un desastre, parece que pusieron varias palabras que representan a la cultura americana y las pusieron en una licuadora, simplemente no tienen lógica.

Nota de la autora: ojo, esto no quiere decir que odie a Dynamite, al contrario, es una canción que me gusta bastante, pero no por la letra, sino por el beat , el cual es sumamente movido y pegajoso, así que puedo entender porque fue uno de sus éxitos más grandes.

Butter, el nuevo sencillo de BTS claramente intenta replicar el fenómeno que fue Dynamite el año pasado, vuelve a ser un sencillo totalmente en inglés, pero un tono más funky (y letras un poco más organizadas); sin embargo, no innovaron en nada, es básicamente una continuación del estilo que traían con Dynamite, lo cual es compresible, porque la tirada de BTS ya no es posicionarse, sino ser lo suficientemente reconocidos como para ganar un Grammy y mantener dicho reconocimiento en América.

BTS sigue rompiendo sus propios récords, su nuevo sencillo Butter se convirtió en el video musical con mayor cantidad de visualizaciones en 24 horas, logrando conseguir una cantidad de 108.2 millones de vistas, rompiendo el anterior récord el cual también le pertenece a BTS con 101.1 millones de vistas por su sencillo Dynamite.

Butter también consiguió el debut más grande de la plataforma de Spotify con una cantidad de 11.042 millones de reproducciones en su primer día, superando el récord de Ed Sheeran y Justin Bieber con la canción I Don’t Care (10.977 millones en mayo del 2019).

Se espera que Butter supere los récords que impuso Dynamite, y que abra paso al resto de grupos de k-pop para que su distribución y reproducción sea más fácil sin la necesidad de tener canciones totalmente en inglés, debido a que la industria del k-pop está llena de talento y se espera que los medios americanos se den cuenta de que existen grupos más allá de BTS y BLACKPINK.

Por el momento Butter estará compitiendo con el álbum debut de Olivia Rodrigo Sour en los charts, motivo por el cual habrá que estar al pendiente de sus logros para ver si supera al éxito de Dynamite, y ver si esta es la canción que les conseguirá finalmente un Grammy. 

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