Sofía Santana
El Rap y Hip–Hop nacen desde la inquietud y necesidad de resistencia hacia distintos sistemas; se vuelven manifestaciones de las prácticas culturales actuales. Existen muchas mujeres que desde este género musical se posicionan frente al mundo, recuperando experiencias diarias para denunciar las problemáticas sociales de sus entornos inmediatos.
Esta cultura nace por la juventud del Bronx, Nueva York, a inicios de la década de los setenta; sus fundadores eran personas de la cultura negra y el género nació como una forma de protesta a la alta taza de discriminación y malas condiciones de vida.
La relación que existen entre la música y los discursos en los jóvenes esta en tres procesos; la producción cultural, el consumos cultural, y la relación entre los jóvenes y sus contextos, de esta manera la música es un elemento en nuestras vidas diarias y “constituye un complejo entramado de sentidos; opera en en las prácticas culturales de los jóvenes como elemento socializador y al mismo tiempo diferenciador de estatus o de papel” (Garay,1999). Apelando a todo esto, el rap se posiciona como una forma de estar y ser en el mundo, prediseñada una forma de actuar, sentir y desear.
El entretenimiento visual y la música tiene impacto en los comportamientos de la gente, más de lo que a veces creemos, “La caracterización social de los contenidos y procesos de representación refiere a las condiciones y contextos en los que surgen las representaciones, a las comunicaciones mediante las que circulan y a las funciones a las que sirven dentro de la interacción con el mundo y los demás” (Jodolet, p.474). Todo lo que vemos lo reflejamos y viceversa, si empezamos a escuchar, protestar y oponerse con la música hacemos más visible y resaltamos diversas problemáticas, es una forma de revelarse y un llamado a la acción.
En las distintas líricas de las canciones de rap se reitera una y otra vez sobre las experiencias de vida de los cantantes, su relación con el entorno y las diversas problemáticas e injusticias sociales que viven en el día a día, muchas mujeres actualmente están inmersas en este género musical, y muchas veces no tienen el reconocimiento y difusión que deberían.
Mujeres raperas como Ana Tijoux, Arianna Puello, y Mala Rodriguez, han abierto camino en este género musical a miles de mujeres que hoy en día crean grandes piezas musicales desde la resistencia. Aquí algunas.
Princess Nokia
Nace en 1992, tiene una ascendencia puertorriqueña, pero crecío y vivío en Harlem. Su música es muy enérgica, utiliza instrumentales experimentales electrónicos y se ha vuelto una nueva promesa del rap de Nueva York.
Sampa the Great
Sampa nace en Zambia y vivó en Botswana, es una de las revelaciones del rap mundial, su estilo tan único e inmenso ha provocado que la gente voltee a escuchar su música. Tiene un esitlo fresco que juega con el soul, jazz, disco, y funk,. Si te gusta un rap un poco diferente y muy enriquecedor ve a escucharla.
Quay Dash
Quay es una rapera transgénero de Nueva York, aparte de ser una gran activista por los derechos de las personas transexuales, su rap es audaz. Juega mucho con los discursos para señalar la discriminación hacia las personas trans y afroamericanas.
Ruby Ibarra
Ella es una rapera nacida en Filipinas, su estilo juego mucho con el flow de los clásicos neoyorquinos, sus líricas van hacia el colonialismo, su herencia y su vida de migrante a los Estados Unidos; combina el inglés con las lenguas nativas de filipinas que son el Tagalog y Waray.
CupcakKe
Es una rapera nacida en Chicago, con tan solo 23 años, su rap está altamente comprometido con el activismo, se vuelve divertido, irónico y empoderador, su estilo se apega un poco al pop, aunque se burla y re-imagina los discursos del rap más común masculino.
Belona Mc
Esta chilena nacida en 1992, hace un rap muy antipatriarcal, su creatividad como escritora está aunada con una formación política, es representante del movimiento estudiantil que ha tenido un alce desde las manifestaciones del 2011.
Rebeca Lane
Una guatemalteca, acitivista y feminista, sus canciones son una constante protesta hacia el patriarcado y denuncia ante las injusticias que viven las mujeres en su país.
Mare advertencia lirika
Es una mujer mexicana, nacida en Oaxaca, es una activista y feminista, su origen zapoteco se ve reflejado en las canciones, sus ritmos y versos son protestas sociales, habla sobre temas de género y los derechos de pueblos indigenas.
Algunas otras raperas que vale la pena seguir el paso son: Rouge, IRA, La Joaqui, Lee Eye, Audry Funk, IAMDDB, Naomi Preizler, Femigangsta, Nathy Peluso, Cazzu, Nitty Scott, Reverie, Lira Clandestina, Dakillah, Valessa, Sofía Ganna, Jezzy P, Dany Suarez, Rima Roja en Venus, La Furia, Sara Socas, Miss Bolivia y muchas más.
Estas son algunas mujeres que han cambiado el género, únicas en su estilo y en sus versos.
Te dejamos una playlist (spotify, apple music) para que puedas escuchar un pedacito de cada rapera que vale la pena conocer, y aunque faltan muchas por algo empezamos.
Referencias:
Marín Martha y Germán Muñoz. 2002. Secretos de mutantes. Música y creación en las culturas juveniles. Bogotá, Siglo del Hombre Editores/ Universidad Central.
Amorós, C. (1991). Hacia una crítica dela razón patriarcal. Barcelona: Anthropos. Adrián de Garay, “La velocidad como identidad urbana”, Revista Casa del Tiempo (1999), p. 1.
Denise Jodelet, “La representación social: fenómenos, concepto y teoría”, en Psicología Social, p. 474