Por Alex Robledo y Jimena Rodríguez
“I’ve always said the world is a different place for the heartbroken”, Taylor Swift escribió en un comunicado cuando anunció que Red sería el siguiente álbum a relanzar. “It moves forward on a different axis, at a different speed. Time skips backwards and forwards fleetingly.” Prueba de ello, escuchar este disco nueve años después, con su esplendor casualmente más cruel.
Primeramente lanzado en octubre de 2012, su cuarto álbum de estudio fue un retrato honesto del desamor adolescente, mostrando todas y cada una de las etapas que fracturan el romance. Tal como Taylor ha dicho, las letras siguen a una persona con el corazón roto figurando este mosaico de emociones y sentimientos encontrados.
Ahora, este relanzamiento, al igual que Fearless (Taylor’s Version), continúa su esfuerzo sin precedentes para recuperar el control de sus piezas maestras tras venderse sin su permiso. Dicho proceso que seguirá hasta estrenar sus versiones de Taylor Swift, Speak Now, 1989 y Reputation.
Como lxs Swifties que somos, Dispersa nos dimos a la tarea de escuchar Red (Taylor’s Version) el pasado once de noviembre cuando se liberó en las plataformas musicales. Un poco más de dos horas divididas en treinta canciones: las dieciséis originales, cuatro de la edición deluxe, un sencillo benéfico y ocho que conforman From the Vault, material inédito.
Se sabe que Red ha sido uno de los grandes éxitos de Taylor Swift a lo largo de su carrera y de la historia del pop en general, además de ser su disco transitorio del country al pop.
La madurez que podemos apreciar en su voz después de 9 años con su versión de Red le trae un nuevo sentimiento de poder a este álbum, especialmente con sus baladas, las cuales reflejan sus sentimientos de aquel entonces, ahora con una voz más intencionada y trabajada que ha sobrevivido y que continúa reflejando exactamente con la interpretación de cada letra.
Taylor Swift en Saturday Night Live
El gran privilegio de volver a escuchar canciones como I Knew You Were Trouble, 22 o We Are Never Ever Getting Back Together es que nos obliga a recordar nuestras fiestas adolescentes en un ejercicio pop nostálgico, además de notar esas mejoras en la producción y de saber que las canciones les pertenecen en su totalidad.
También con esta versión tuvimos la oportunidad de escuchar Better Man y Babe, ambas escritas originalmente por ella, aunque regaladas a otros artistas como Sugarland y Little Big Town, quienes tienen muy buenas versiones de estas canciones, pero escucharlas con la voz de la propia autora es algo más que satisfactorio.
En las canciones de From the Vault, podemos apreciar la evolución que Taylor ha tenido a lo largo de su carrera, ya que ha mencionado en recientes entrevistas que eran canciones que ella escribía para el álbum momentáneo, pero que guardaba para próximos discos; sin embargo, como le gusta experimentar con su música, y en ocasiones estas canciones ya no entraban en sus nuevos proyectos, re-grabar sus álbumes se convirtió en la oportunidad perfecta para incluir estas canciones que nunca salieron a la luz.
La canción Nothing New, que forma parte del material inédito, interpretada con Phoebe Bridgers se volvió una de las colaboraciones más anticipadas de esta versión, debido a que se sabe que Bridgers es gran fan de Taylor desde hace varios años. Esta canción que nos habla acerca de crecer se volvió icónica no sólo por la frase “how can a person know everything at 18 but nothing at 22?” sino porque Bridgers fue la primera artista mujer en tener un coro completo en un featuring con Taylor Swift, haciendo de esta colaboración algo especial.
Sin embargo, el momento que todos estábamos esperando llega para cerrar la experiencia: All Too Well en su versión original de 10 minutos. En 2012, aunque Taylor confirmó esa duración, tuvo que cortarla para efectos del propio disco. Hoy, considerada con justa razón como su mejor canción, nos ofrece una historia más personal sobre la relación que a la que alude: un testimonio mucho más profundo y desgarrador de uno de los capítulos más íntimos en la vida de la cantante.
Esta nueva y tan anticipada versión de All Too Well no sólo refleja lo mejor de Taylor, sino que por fin podemos apreciar una versión de estudio producida por Jack Antonoff de la famosa y cruda versión que surge de un soundcheck durante el tour de Speak Now donde ella desahoga su dolor y enojo en una canción de ruptura, sobre su vínculo con cierto actor hollywoodense, que muestra su capacidad para contar sus historias en torno a un único detalle revelador: la mítica bufanda.
En esa labor narrativa, conmueve su insistencia por valorar su propia dignidad; aunque este ex no reconozca la relación, ella repite “I was there, I remember it all too well”, complementando la canción con nuevos versos y viñetas que ayudan a comprender su sentir: “and you were tossing me the car keys ‘fuck the patriarchy’ "keychain on the ground” refiere a que el hombre tiró su fachada feminista y le reveló quién era realmente a Taylor, lo que llevó al fin de su relación; ambas perspectivas con “you kept me like a secret but I kept you like an oath”, el cuestionamiento de la diferencia de edad con “I’ll get older, but your lovers stay my age”; “that made me want to die”, canta y no resulta difícil creerle por su honestidad visceral.
Una obra maestra que, entre los recuerdos de esa relación fallida, sus sensaciones íntimas y los susurros que no quieren abandonar la pista, provoca que al terminar de escuchar el álbum, en un momento personal y mágico, transmita la catarsis que Swift experimentó. Y esto no muchas veces se consigue.
Taylor tiene la agilidad de tener una misma narrativa que nos sigue a lo largo de varias canciones como The Moment I Knew cuando Taylor nos canta “and they’re all standing around me singing happy birthday to you”, "but there was one thing missing”, momento que también podemos apreciar en “All Too Well” cuando su papá le dice “it’s supposed to be fun turning 21”, además de que la manera en la que canta hace que verdaderamente sientas su dolor.
Más que recuperar sus obras, estas nuevas versiones también son un tributo de la travesía que Taylor ha tenido como artista y de lo lejos que ha llegado en la industria a lo largo de los años, generando expectativas y emoción de lo que serán sus próximos proyectos. Lo que se veía como su fin hace unos años, como ella misma comentó en su documental Miss Americana, hoy es el inicio de una gran era para Taylor Swift. Porque para Taylor del 2012 —como millones de personas que nos pudimos identificar— el amor pudo sentirse fugaz y el olvido eterno; para Taylor del 2021, el amor es reclamar su verdad, adueñarse de su propia historia con todo el caos, los anhelos nostálgicos y, más importante, del corazón que alguna vez le rompieron. Enhorabuena por lo que se avecina.
Premiere del cortometraje de All to Well